martes, 17 de febrero de 2009

Vitrales


En el día de ayer, Página/12 publicó una entrevista con Francisco Bertelloni, profesor titular de Filosofía Medieval en la UBA. Si a eso le sumamos la conversación con su colega Silvia Magnavacca publicada hace unos meses, ya son dos las notas que en menos de un año le dedica el diario al mundo del pensamiento medieval. Por cierto, esto no tiene nada que ver con el programa. Pero me pareció interesante mencionarlo, porque nunca está de más celebrar que exista algún tipo de interés por las cosas a las que uno se dedica -y de las que uno no puede hablar en fiestas o cualquier tipo de reunión, so pena de poner en riesgo la poca vida social de que dispone...

Pero es también interesante mencionar esto, porque una de las primeras cosas que uno tiene que explicar cuando los demás se enteran que uno estudia filosofía medieval -y siempre es que "se enteran", nunca es que uno lo cuenta deliberadamente... en todo caso, es algo que se confiesa- es que la mayoría de las concepciones que por lo general se tienen de la Edad Media suelen ser poco menos que caricaturas. Mala prensa generada en los albores de la Modernidad, y después repetida sin mayor cuidado. Es curioso, y hasta paradójico, que quienes cuestionan a la Edad Media por su supuesta falta de libertad de pensamiento y su patológica sujeción a las citas de las auctoritates, lo hagan repitiendo sin chistar una crítica que ya lleva siglos de atraso. Es decir, que los prejuicios acerca del Medioevo sólo se sostienen gracias a la puesta en práctica, por parte de quienes lo critican, de las mismas actitudes criticadas. Una locura.

Así, y ya acercándonos a temáticas que sí tienen que ver con el programa, ocurre que, lejos de tratarse de una época oscura en la que todo el mundo pensaba lo mismo, la Edad Media, apenas uno empieza a conocer ese universo, se convierte en un mundo extremadamente luminoso, en el sentido de que la proliferación de escuelas de pensamiento es sencillamente abrumadora. Luminoso, también, porque los colores podían adquirir, en el mundo medieval, una presencia y una significación que hoy es difícil de imaginar. Y luminoso, en última instancia, en el sentido más literal del término: la luz estaba por todas partes. En las reflexiones de los filósofos, en los cantos de los poetas, y ni que hablar en los responsables de crear los vitrales de las iglesias y catedrales.

Que lo diga Cortázar, si no:

La luz explica las imágenes,
enseña al que medita
cómo el envés hace la flor y la corona
cómo el lado uniforme en la baraja
guarda todas las suertes.

Hablaba de los Vitrales de Bourges, e invitaba:

Elige tu figura.
Están el santo, el juez, el heresiarca, el mártir y el verdugo.
Y el hijo pródigo al salir de casa
con un halcón sobre la mano.

La mención al halcón no es caprichosa: los tratados medievales de cetrería -la práctica de la caza con ese animalito de Dios- proliferaron en la Edad Media, y eran no sólo fuente de conocimientos técnicos acerca de la actividad en cuestión, sino incluso fuente de reflexiones verdaderamente "filosóficas", en el sentido que hoy les podemos dar a ciertas discusiones relacionadas con temáticas más o menos abstractas. En fin, todo muy interesante.
Pero yo quería hablar de Cortázar.

Es que en el último programa tuvimos la oportunidad de conversar con Diego Sabanés acerca de Mentiras piadosas, su primer largometraje, basado en diversos relatos de Cortázar, pero sobre todo uno, que es "La salud de los enfermos", publicado en Todos los fuegos el fuego. Para complementar la entrevista -a propósito: muchas, pero muchas gracias a Diego por la buena onda al atendernos desde España, en donde ya eran horas de la madrugada- elegimos algunas piezas musicales que remiten al universo de Cortázar: por ejemplo, a algunos de los músicos que aparecen mencionados en La noche de las amigas, el poema del que tomamos unos versos para la entrada inmediatamente anterior. Así, desfilaron por el programa Thelonious Monk y Joni Mitchell (versionada nada menos que por Leonard Cohen y Herbie Hancock); pero también John Coltrane, Miles Davis y, desde ya, Charlie Parker.

La selección fue deliberadamente incompleta, pero no es para preocuparse, porque ya tenemos apalabrado a la flamante incorporación de estudio de noche, el amigo Pablo Gianera, para que le dedique algunas de sus agudas reflexiones a la relación entre Cortázar y la música. Eso será en el programa del 1° de marzo, así que ya saben.

Por lo demás, y puesto que el sábado se celebró el Día de los Enamorados, nos quedó para el programa del domingo toda la Resaca de San Valentín. Así fue que, en vez de los habituales temas de amor a cargo de voces melosas, nosotros pudimos compartir a Edmundo Rivero cantando "Tortazos", a Tom Waits cantando, del disco Blue Valentine, su "Christmas card from a hooker in Minneapolis" (que ya comentamos aquí) y a Metallica vociferando "Die, die, my darling". Pero no faltaron las voces más dulces de María Cristina Kiehr y Barbara Borden cantando un pasaje del Cantar de los Cantares (otra de enamorados, a su modo), ni la fase más bizarra del amor, cortesía de Árbol y esa joya llamada "Soylazoila". Acá se las dejo, como regalo de San Valentín (otro personaje proto-medieval, dicho sea de paso).

De todo hay en la viña del Señor.

Lista de temas del programa # 55:
Soylazoila – Árbol
Kim – Charlie Parker
Ruby my dear– John Coltrane & Thelonious Monk
The jungle line (Joni Mitchell) – Herbie Hancock & Leonard Cohen
They’re red hot – Eric Clapton
Tortazos – Edmundo Rivero
The lowest trees have tops (John Dowland) – Sting & Edin Karamazov, laúd
“Pulchra es” del Vespro Della Beata Vergine (Claudio Monteverdi) – Maria Cristina Kiehr & Barbara Borden, sopranos; Concerto Vocale; René Jacobs, dir.
Christmas card from a hooker in Minneapolis – Tom Waits
Die, die, my darling – Metallica

miércoles, 11 de febrero de 2009

esto lo están tocando mañana

…porque mañana empiezan en Buenos Aires las celebraciones dedicadas a Cortázar, y entonces será cuestión de no dejar pasar la oportunidad de dedicarle un poco de atención a Don Julio.

Por lo pronto, en el programa pasado aprovechamos la presencia de Silvia Dabul para abordar la veta poética del autor que nació de un repollo de Bruselas, menos popular de lo que algunos de sus versos se merecen. Ahí está, por ejemplo, esa joya que es La noche de las amigas, un tour de force con versos que una vez leídos tardan mucho, pero mucho, en disolverse:

Un pectoral de esmalte azul profundo
entre los senos de la Virgen
que desnudan al pie de los peldaños
sólo dejándole el temblor del pelo
y la joya que en su respiración intenta
el vuelo inmóvil del espanto.

Torpe comedia de novela erótica
el altar, la oficiante de caderas estrechas,
las esclavas vestidas de leopardo
izando a la doncella que suplica

el minucioso empalamiento,
la lenta retirada del falo de amatista
que vierte sobre el mármol una estrella
de instantáneos tentáculos.

Será ocasión, también, el próximo domingo, de escuchar algunas músicas que remitan al inagotable universo de Cortázar. Hay una hoja de ruta improvisada entre los versos de La noche de las amigas -que, dicho sea de paso, bien podría haberse llamado "69/Modelo para armar":

(…) qué húmedo ajedrez,
qué
maison close de telarañas, de Thelonious,
qué larga hermosa puede ser la noche
con vos y Joni Mitchell
con vos y Hélène Martin

con las intercesoras

animula el tabaco
vagula Anaïs Nin
blandula vodka tónic

"Thelonious, tabaco, vodka tonic"... Combinación que me recuerda que este año también se cumple algún significativo aniversario relativo a Boris Vian. Agendarlo.

Todo parece indicar que será un año de buena música y exquisitos tragos.

Y buenas noches.

martes, 10 de febrero de 2009

carretera perdida

Tengo para mí (siempre quise empezar una frase con ese giro, un tanto artificial, lo reconozco) que el comienzo de la segunda temporada de estudio de noche fue bastante caótico. Tal vez sea sólo una impresión mía, pero en cualquier caso, si les pareció que hablamos muy rápido de demasiadas cosas y que no se entendió nada, les extiendo las disculpas correspondientes. De cualquier modo, esperen a que se estrene la película que están armando juntos Werner Herzog y David Lynch y después me dicen. Ahí vamos a ver quién es el que hace cosas caóticas e incomprensibles.

A propósito, una de las propuestas para esta segunda temporada era invitarlo al propio David Lynch para que se hiciera responsable de estudio de noche. Las autoridades prefirieron no innovar, tal vez sin advertir que eso implicaba que no me quedaría más remedio que seguir conduciendo el programa, y a velocidades imprudentes, según parece. ¿Qué habrían hecho ustedes en su lugar? Aquí tienen las tres opciones que se manejaron este año para la conducción del programa. Está bastante claro que la decisión fue tomada bajo los efectos de algún tipo de estupefaciente. Cualquier persona en su sano juicio habría optado por el participante N° 3. ¿No les parece? En cualquier caso, el próximo programa lo hacemos hablando hacia atrás...


lunes, 2 de febrero de 2009

¿Dije "miércoles"?

Quise decir "domingo".

Paso en limpio: la segunda temporada de estudio de noche arranca el próximo domingo 8 de febrero. Iremos pues, de 22 a 24, todos los domingos, para que el programa sea lo último que escuchen antes de que empiece el lunes. Después, ya no nos hacemos responsables de lo que ocurra en la semana.

No voy a anticipar las novedades con las que contaremos en esta segunda temporada, pero sepan que son varias y que, esperamos, mejorarán sensiblemente nuestro humilde espacio. Febrero será un mes para ir acostumbrándose a las novedades, y en marzo ya tendremos más sorpresas preparadas... Ah, y hablando de novedades, les dejo un link a un clásico de Nacho Vegas, en este caso interpretado en vivo por el propio Nacho junto a Enrique Bunbury. Ocurre que ambos cantautores hispanos se despacharon con sendos nuevos geniales discos, y seguramente alguna de esas novedades comentaremos en el programa -entre tantas otras-.

Por lo pronto, con uno de los nuevos temas de Bunbury (que se quiere parecer a Dylan, pero con ese pelo se parece cada vez más a Roberto Carlos), adecuadamente titulado "Todos lo haremos mejor en el futuro", cerramos la temporada pasada. Probablemente arranquemos la nueva con "Detener el tiempo", una de las nuevas joyas de Vegas, explícitamente dylaniana, sobre todo en versos como

Y crecí tratando en vano de desentrañar
todo lo que el miedo esconde
y yo me hundía en el "Blonde On Blonde"
haciendo que los días me duraran mucho más,
mucho más, lo juro, mucho más.

Así que nos vemos el domingo.

Si es que el tiempo no se detiene antes, claro.